Entrevista con el Doctor Patarroyo

Por: JUAN CARRANZA
 
 

Es usted feliz? -Sí lo soy, porque la felicidad es la posibilidad de realizar los sueños.

Entonces, surge la pregunta: Políticamente donde se ubica?  No hay duda, enfáticamente dice: Nunca haré proselitismo partidista, políticamente estoy comprometido con la humanidad, lo que me desvela es la especie.

Y por qué la vacuna de la malaria ? Por qué no la de¡ sida, lo cual lo convertiría en un hombre inmensamente rico. -Porque la malaria es una enfermedad de la pobreza y, en los ojos de la miseria, he visto la grandeza de la Humanidad.

Se hace un silencio, que es roto -únicamente - por el eco de esta respuesta.  Venciendo la impresión que me producen estas palabras, le pregunto: es usted un hombre adinerado ? -Lo hubiera podido ser, pero consecuente con los principios que acabo de enunciar, hemos donado a la Humanidad, a la Organización Mundial de la Salud, la patente de la vacuna.  Aun más, aunque no tiene cara de ser buen televidente, no se si ha visto un comercial de la Federación de Cafeteros donde aparezco promocionando nuestro café.  La Federación me propuso el reconocimiento de unos honorarios a lo Carlos Vives, pero como los rechacé me aumentaron la oferta, y, ante una segunda negativa, me propusieron que los invirtiera en el Instituto.  Tampoco acepté esta, pero les hice una proposición que consistió en que el dinero lo destinarían para la vacunación en los países africanos más afectados por la malaria, y les di de ñapa el logotipo de la Federación grabado sobre la vacuna.  Llevamos a Colombia a una de las regiones más necesitadas de¡ mundo.  Soy un hombre rico, pero por todas las cosas bellas y buenas que me ha dado la vida, aunque pobre en bienes, en razón de que vivo de mi trabajo como investigador.

Estas palabras las asimilo con ese hondo poema de Machado: "A mi trabajo acudo, con mi dinero pago / el traje que me cubre y la mansión que habito, / el pan que me alimenta y el lecho donde yago."

Al plantearle el dilema sobre lo que se llevaría a la isla desierta, sin vacilar responde: - a mi familia, María Cristina, mi esposa y ángel de la guarda que continúa con la tradición de llevar las riendas y las finanzas de la casa, y mis hijos Manuel Alfonso, María Cristina y Carlos Gustavo.  Para que llevarme la música o los libros si no tengo a nadie para compartirlos?-

Ayuda española

Con él trabajan 153 personas, 145 en Bogotá y 8 en Leticia.  La mayoría jóvenes.  Surge una incógnita: innovadores, fundadores o descubridores cometen el grave error de no dejar sucesores. -He tenido el cuidado de crear escuela, formar discípulos, responde. -Además, he tenido la inmensa fortuna de contar con la generosidad de España, que ha atendido mi llamado de asociarse a una campaña para combatir la malaria en µfrica.  Ha instaurado - con nuestra orientación - dos Centros de Investigación en Mozambique y Tanzania, donde trabajan 16 compatriotas provenientes de¡ Instituto de lnmunología -.

Y continúa con esa convicción y brillo en la mirada que solo tienen los iluminados: - en un poblado de Senegal llamado Nyoro du Rip, hemos trabajado con 120.000 personas; en Buaké de Costa de Marfil 168.000; en Tanzania sobre el valle de¡ Kilombero, en ¡fakara 215.000 y en Mozambique - en mayo inauguramos con la reina de España el Centro de Investigación - donde están trabajando 18 profesionales, 42 técnicos y 120 auxiliares de campo, hemos trabajado en la población de Manihiza a 150.000 personas.  Ha sido un trabajo dispendioso, muy duro, pero son 653.000 compatriotas de esta aldea global que le estamos arrebatando a la fiebre de la pobreza.  Dados los excelentes resultados obtenidos, he convencido a España sobre la necesidad de instalar más Centros en la parte occidental de µfrica, propuesta que se concretará en Costa de Marfil, Burkina Fasso, Senegal y Angola.-

Su personaje histórico, el que le hubiera gustado conocer, es Pasteur, "que con osadía, imaginación, generosidad y rigor científico, echó por tierra el dogma de la generación espontánea, y en forma visionaria diseñó con exactitud el concepto de prevenir las enfermedades mediante la vacunación.

Es creyente? -Soy creyente, practicante, pero no fanático.- Cuál ha sido - hasta ahora - la experiencia que más lo ha emocionado?  La respuesta tampoco admite duda: -el nacimiento de mis hijos es lo que me ha hecho más feliz.-

Casi en un susurro le pregunto si algo lo haría renunciar a ser colombiano. - Más arraigado está en mí el ser tolimense; es lo que me ha marcado, nos enseñaron el valor de la palabra, el concepto de la lealtad y no fallarle a nada.  Somos gente encallecida por la vida.  Todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a Colombia.  Siempre he contado con el apoyo y la generosidad de¡ Estado y de mis compatriotas.  Nada ni nadie me harían renunciar a Colombia; cuando me entrevistan o anuncian algún reconocimiento, siempre se refieren al científico colombiano Manuel Eikin Patarroyo.-

Me atrevo a hacerle la pregunta que -insistentemente- se hace el común de los colombianos: sabemos que la vacuna es preventiva, no curativa, y, el país tiene zonas como la Costa Pacífica en que - ocasionalmente - se presentan brotes de malaria.  Por qué no piensa primero en nuestros compatriotas? -Entiendo la inquietud, pero sucede que en cualquier país africano se presentan 1 00 veces más casos que en Colombia.  En Senegal, que es un país de 1 0 millones de habitantes, se presenta 1 millón de casos al año, de los cuales mueren 10.000. En Colombia que es un país de 37 millones, se presentan 150.000 casos, de los cuales mueren 650.  Por qué no salvar a esos 650, y le respondo que estoy obligado atender a quien mas lo necesita, y así lo han entendido los colombianos.  En µfrica la situación es tan angustiosa, que los países han autorizado campañas masivas de vacunación con resultados muy satisfactorios-.
 

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